Camuflaje, un libro de bichos.

No sé en qué momento una cantidad de bichos aparecieron en la casa,

tampoco puede darme cuenta cómo se fueron metiendo entre los muebles y las plantas

Los deje quedarse un rato,

camuflarse entre los juguetes y las ventanas

morder algunos secretos del jardín

hasta que se ocuparon de mí.

Se llevaron un rato mi risa y también algo de mi pelo

De a poquito quisieron comerse todo :

El salvaje malvón,

el olor del jazmín,

se devoraron algunos recuerdos

y algo de tierra acumulada.

 

Cuando vi que atacaban el ciprés, el álamo y los tomates de la huerta

decidí preparar un ungüento botánico de cedrón y marcela,

con colita de zorro y canela, algunas gotitas de miel y  aceite de olivia,

semillas de simón y aglutinante de chía.

 

Por suerte mi hermana le agregó pimienta

que siempre es necesaria para ahuyentar los bichos.

 

regué con paciencia el paisaje de flores

Disipé los fantasmas que se esconden en los rincones del tiempo

y abracé de coraje la ruta que me lleva para el norte

 

Y así como entraron,  los bichos se fueron yendo,

algunos por las puerta del patio,

otros por las paredes y muchos salieron de mí.

 

 

Un diente de león pasa flotando despacio y el Benteveo me invita a seguir

Bicho feo haciendo  música en el aire

luna llena zurciendo el paisaje ,

horneros serranos colgando los puentes

teros velando el silencio de muñoz,

cienpies trepando la piedra caliza de la infancia

la noche estrellada en el medio de la pampa

simple vuelo de perdiz y no paro de reír

cambio objetos de lugar,

paso tiempo en soledad

duermo siesta sin parar

bichos curiosos me hacen viajar.

Camuflaje