Aprendizaje infinito en El Moderno
¿Podemos cambiar los modos rutinarios de la educación formal desde las prácticas artísticas? ¿Es acaso posible enseñar a ser artista? ¿Es factible poner el cuerpo y los afectos en el centro de la enseñanza? A partir de preguntas disparadoras como estas, la exposición afirma que el aprendizaje y la imaginación son imprescindibles para ensayar una nueva forma de vivir juntos.
Esta exposición indaga en las relaciones entre arte y educación. Se centra en las experiencias desarrolladas en la Argentina entre los siglos XX y XXI. Estas fueron impulsadas por artistas, educadores, pedagogas pioneras y proyectos de democratización del saber, organizados desde las instituciones y sus márgenes, con una misma raíz igualitaria, experimental y transformadora.
Los proyectos y los archivos aquí reunidos ponen de manifiesto los modos en que el arte puede contribuir al bien común, al facilitar la participación de las personas en la construcción de vínculos profundos entre ellas y con el mundo. De esta manera, la producción artística es entendida de un modo vincular, al tiempo que se subraya el poder de la imagen como herramienta que interviene en los aprendizajes individuales y colectivos.
Estas iniciativas de matriz pedagógica, comprendidas dentro del campo del arte y más allá de sus fronteras disciplinares, se proponen conmover los puntos de vista tradicionales en la medida en que recuperan la escucha y la empatía en las relaciones que se dan entre maestros y alumnos.